El gobierno bonaerense, a través del Ministerio de Infraestructura comandado por Gabriel Katopodis, finalizó el nuevo puente Gogna sobre el río Luján, una intervención que forma parte de la etapa II de las obras de ampliación del cauce y mejoramiento del tramo medio del río Luján.
Los trabajos consistieron en la ejecución de un puente de hormigón con una calzada de 76,5 m de largo y 8,3 m de ancho, con dos carriles, defensas vehiculares y veredas laterales para la circulación peatonal de 1,5 m de ancho con barandas de seguridad.
Asimismo, en ambos extremos del puente, se construyeron losas de acceso de 6 m a cada lado y se realizaron obras complementarias, como señalización horizontal y vertical, iluminación LED sobre el puente, además del mejorado de las calles de acceso y la construcción de desagües pluviales.
El nuevo puente Gogna, que reemplaza al anterior, facilitará la conexión del centro de Luján hacia el oeste (Barrio El Quinto) y mejorará la conectividad de los barrios de la zona.
Por su parte, la obra del puente de Los Huesos, que se encuentra en ejecución con un alto grado de avance, beneficiará más específicamente a la población de las localidades de Jáuregui y Open Door, ya que le proporcionará una vía de acceso alternativa hacia el centro de Luján.
El nuevo puente Gogna, junto a la construcción del puente de Los Huesos, en reemplazo de las estructuras anteriores, forman parte de etapa II de la ampliación del cauce y mejoramiento del tramo medio del río Luján.
Las obras, en su totalidad, se desarrollan a lo largo de 42 km, en los municipios de Luján, Mercedes, Pilar y Exaltación de la Cruz, e incluyen el reemplazo y la ampliación de distintos puentes ubicados sobre el río para mejorar las condiciones actuales de escurrimiento y complementar las obras de conducción.
Los trabajos son ejecutados por la Dirección Provincial de Hidráulica (DPH) junto al Comité de Cuenca del Río Luján (ComiLu), dependientes de la Subsecretaría de Recursos Hídricos.
Los trabajos de la etapa II se dividen en dos tramos que suman 17,6 km: la etapa II-A se extiende entre la RP 6 y el puente Pérez en el municipio de Luján; mientras que la etapa II-B va desde el arroyo Las Acacias hasta el puente Goldney, en los partidos de Luján y Mercedes.
Estas obras permitirán que, en épocas de lluvias, el río cuente con mayor capacidad de conducción, disminuyendo la posibilidad de que ocurran inundaciones para resolver un problema histórico para las zonas aledañas.
A través de la Gestión Integrada del Recurso Hídrico, el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos ejecuta obras y proyectos para impulsar el desarrollo humano y productivo, como así también, anticiparse a los eventos climáticos extremos.
Además, junto a los comités de las cuencas de la Provincia, se ejecutan obras hidráulicas y de infraestructura para ampliar el acceso a los servicios de agua potable y saneamiento.
El escándalo que estalló en la causa ANDIS ya no sólo arrastra empresarios, operadores y funcionarios libertarios: ahora se llevó puesta a Ornella Calvete, la hija del operador paraestatal Miguel Ángel Calvete, tras el hallazgo de casi 700.000 dólares en su domicilio. La renuncia expone un entramado familiar que Noticias La Insuperable ya había revelado en su nota del 15 de noviembre, donde se detalló el rol central de Calvete padre como “jefe paraestatal de la ANDIS” y engranaje clave del sistema de retornos que complica directamente a Karina Milei.
Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable
Un apellido que vuelve a la escena: la renuncia que Milei no pudo evitar
La Dirección Nacional de Desarrollo Regional y Sectorial del Ministerio de Economía quedó vacante. La salida de Ornella Calvete se precipitó luego de que se confirmara la incautación de un monto obsceno —unos 700.000 dólares y otras divisas— durante un operativo judicial del 9 de octubre.
En el propio ministerio que conduce Luis Caputo reconocen que sostenerla era insostenible: el escándalo por las coimas en la ANDIS terminó chocando de frente con los despachos más sensibles de la cartera económica. Nada menos que la hija del operador más comprometido en la causa PACBI formaba parte de esa estructura.
Cuando la causa golpea la puerta de la familia
La investigación avanzó sobre un dato que parecía menor, pero se volvió decisivo: Ornella es hija de Miguel Ángel Calvete, el mismo operador que —como reveló Noticias La Insuperable— el fiscal Franco Picardi definió como el “articulador de la asociación ilícita”, con llegada directa a Spagnuolo, Garbellini y el resto de la cúpula que comandó el desmantelamiento del programa Incluir Salud.
El padre no es simplemente un implicado más:
era el enlace entre la ANDIS y las droguerías amigas,
direccionaba pagos,
asesoraba a funcionarios desde afuera,
y poseía sociedades imposibles de justificar para un operador sin cargo formal.
La renuncia de Ornella, lejos de despegarla, la hunde más en los vínculos familiares y económicos que el fiscal ya había marcado como estructurales del esquema.
Los chats que complican todo: el “3% para KM”
La gota que rebalsó el vaso fue un diálogo que figura en el dictamen de Picardi. El 10 de septiembre de 2025, Ornella escribe insistiendo por gestiones con “Claudio de Ortopedia Alemana”. La respuesta es clave en el expediente: “No hace falta… con el 3% a KM está perfecto”.
Ese “KM”, como ya explicó este portal, es uno de los nudos decisivos que conecta el flujo de retornos con la cúpula libertaria.
Los investigadores reconstruyeron además que, días después, la funcionaria alertó a su padre por mensaje sobre la presencia policial en el edificio donde vivía: “Hay policía en la planta baja”. Él la instruyó sobre qué decir si encontraban dinero en su departamento: “digo que me lo prestó alguien, olvidate”.
Toda una radiografía familiar del mecanismo de protección y encubrimiento que la fiscalía señala como propio de una organización delictiva.
La caja paralela: los dólares, INDECOMM y el cash “blanco”
Los procedimientos judiciales en las propiedades de los Calvete secuestraron no sólo dólares, sino también dispositivos, documentación y papeles vinculados a INDECOMM, la SAS que Miguel Ángel constituyó en 2019 y que, según la investigación, era una pata fundamental del circuito de facturación en torno a los insumos PACBI.
Los diálogos entre padre e hija revelan una obsesión compartida por la disponibilidad de “cash blanco” y la liquidez rápida, una señal más del uso de empresas satélites y estructuras privadas para mover fondos generados a partir del direccionamiento de compras en la ANDIS.
Una renuncia que salpica a Caputo… y sube hasta Karina
La renuncia de una directora nacional sería, en otro contexto, un episodio menor. Pero no en esta causa. No cuando:
el operador central del sistema es su padre,
su pareja es Javier Cardini, subsecretario de Gestión Productiva del propio Ministerio de Economía,
el dinero encontrado no tiene justificación patrimonial,
y los chats mencionan directamente retornos para la mesa chica libertaria.
El derrumbe del clan Calvete le abre un flanco enorme a Caputo, quien deberá explicar cómo una funcionaria con ese nivel de exposición judicial manejaba áreas sensibles del desarrollo productivo. Y, lo que es peor para Milei, la caída golpea el núcleo político: el caso vuelve a apuntar a la órbita de Karina Milei, figura mencionada explícitamente en el “3%” al que refiere el fiscal.
Un esquema que ya había sido anticipado
Cuando Noticias La Insuperable publicó el 15 de noviembre la nota “LAS COIMAS DE KARINA: Quién es Miguel Ángel Calvete – De ‘Caficho’ a ‘Jefe paraestatal de la ANDIS’”, rápidamente se hizo viral.
Hoy, la renuncia de Ornella confirma cada línea de aquel informe:
la articulación entre empresas y funcionarios,
la presencia de operadores externos dentro de la estructura,
los vínculos familiares,
los dólares sin justificar,
y la existencia de un esquema de retornos que sube hasta donde el gobierno no quiere ni mencionar.
La caída de una pieza clave
Ornella Calvete salió eyectada por la presión judicial, pero su renuncia abre un nuevo capítulo. Los fiscales ahora apuntan al corazón del entramado económico que sostuvo el desfalco del PACBI. Y ahí, como siempre, aparece el apellido Calvete.
La pregunta inevitable ya está instalada: ¿Cuántos más van a caer antes de que la causa llegue al despacho que todos saben que puede llegar?
El cierre intempestivo de la mega planta de lavarropas Whirlpool en Pilar empieza a tener un efecto expansivo que resiente a toda la cadena de valor sostenida alrededor de la fábrica que la multinacional estadounidense desmanteló.
Dentro mismo del Parque Industrial de Pilar, la empresa Novax tuvo que paralizar una línea de producción que dependía casi en su totalidad de Whirlpool, ya que fabricaba varios de los elementos de plástico que llevaban los lavarropas que se producían a pocos metros de ahí.
El desembarco de Whirlpool hace tres años incitaba a proyectar una cadena de valor a largo plazo, ya que la empresa presentaba su nueva planta como la más moderna del mundo en su tipo, con una inversión de USD 52 millones.
Sin embargo, con el cierre sin previo aviso, no solo generó el efecto inmediato de 300 despidos entre trabajadores directos e indirectos, ahora también pone en situación de incertidumbre a caso 40 operarios de Novax, un tercio del total de la planta.
«Vamos a tener que tomar una decisión en lo inmediato. Queremos que afecte a la menor cantidad de gente que se pueda y que sea en las mejores condiciones», dijo a El Diario de Pilar Máximo Donzino, titular de la empresa, que agregó: «Es claro que nos sobra mucha gente».
Frente a eso, durante esta semana la empresa está negociando en la cartera laboral el número de ceses y las condiciones con el gremio del Plástico.
El empresario ligó directamente a «la decisión radical» de Whirlpool el cierre de una de las líneas de producción de Novax, que había realizado una fuerte inversión en sus instalaciones, atada a la llegada de Whirlpool hace tres años.
Vamos a tener que tomar una decisión en lo inmediato. Es claro que nos sobra mucha gente
Además de la crisis inmediata que generó el cierre de la multinacional de electrodomésticos, Novax también tiene problemas en la otra línea, que produce
autopartes plásticas para la planta Volkswagen de Pacheco que también redujo su producción este año al dejarse de fabricar un modelo SUV .
El Intendente Marcelo Orazi participó del acto en el que fue puesto en funciones Sergio Barreiro como Delegado de Trabajo en Villa Regina. En la oportunidad estuvo presente la Subsecretaria de Trabajo Natalia Reynoso y acompañaron el presidente de la Cámara de Comercio Franco Susca y representantes gremiales. En la oportunidad, Reynoso destacó el acompañamiento…
La Dirección de Tránsito y Protección Civil de la Municipalidad de Villa Regina agradece al señor Luis Santos, responsable del área de semáforos dependiente de esa área municipal, por la donación de tres controladores de semáforos que fueron colocados en la intersección de las calles Cipolletti, Pioneros y Juan XXIII; Cipolletti y Yapeyú Sur; Mitre…
Todo lo que vivimos a partir del 26 de febrero de 2025 se inscribe en la lógica de una tragedia en dos tiempos. De un fatal bioshock primero y de una búsqueda de explicaciones después.
¿Cómo entender la decisión del suicidio de nuestra hija Margarita, de 22 años?
Nada de lo que nos pueda pasar de ahora en más a su papá y a mí va a reparar el efecto devastador de lo que comenzó ese miércoles con aquella llamada, cuando el policía Alvarenga nos informó que durante la madrugada Margarita había sido encontrada muerta. Siete horas después ya habíamos atravesado los 900 kilómetros que separan Carmen de Patagones, de donde somos, de la comisaría 37 de Palermo. Entonces, nuestra desesperación por saber quedó suspendida ante la urgencia de las actuaciones policiales y los trámites de la morgue. Recién tres días después nos permitieron retirar el cuerpo para su sepultura.
Ella
Margarita era ilustradora, conocida en las redes sociales desde 2017 como Bachatota y antes como Bechita Suaj.
Cuando dijo por primera vez que quería ser artista todavía usaba chupete. Ahora los libros y cuadernos que quedan en su habitación muestran la evolución de sus técnicas para dibujar, primero a mano, con tableta después. Seres humanos, caballos, personajes de series. En su placard siguen sus trajes de cosplay, los recuerdos de convenciones y figuras de animé, la colección de remeras. Conservan su olor.
A medida que Margarita crecía fuimos conociendo la naturaleza de las plataformas y comunidades digitales, con gustos parecidos de series, mangas y animés. Se divertía. Vendía ilustraciones a pedido. Colaboraba en streamings. Jugaba en línea. Enseñaba y aprendía técnicas de dibujo. Tenía seguidores. Hacía amigos.
La experiencia en Doomverse, Discord, Reddit, Youtube, Twitch, Facebook y Twitter tuvo su antecedente en DeviantArt. Ahí ejercía una subjetividad alternativa a nuestras percepciones de padres analógicos y agigantaba su personalidad temeraria y su humor corrosivo.
Su identidad online — con más de cuatro mil seguidores — convivía en sincro con una carrera universitaria en la Universidad de Palermo (iniciada en la virtualidad de la pandemia) y con su vida familiar de pueblo patagónico.
En ese presente de realizadora, ilustradora y streamer, en mayo de 2024 la alcanzó su primera cancelación o funa, como decimos en la Patagonia. La segunda, en diciembre. El hostigamiento continuó: casi al final del verano, el 25 de febrero del 2025, Marginada, ansiosa y sin tiempo de duda, Margarita decidió su final.
A semanas del suicidio me senté a leer las casi doscientas páginas del expediente judicial, que incluye el puntilloso informe de su autopsia. Esa lectura de detalles me permitió salir de la parálisis y darle un marco racional, poner en palabras lo que el horror nos sustrajo a Gabriel, su papá, y a mí. El expediente fue derivado a la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 37. En junio nos permitió tomar vista de la libreta donde Margarita explica en modo de despedida su decisión.
En veintitrés micropáginas de una libretita, mi hija expresa con letra y sintaxis prolija un marco ético y estético antes de decidir arrojarse de una terraza. Afirma que no es un asesinato ni un accidente, sino un acto deliberado. Presumo que ese mismo día, en medio de un solsticio de energía, quiso explicar, sobre todo a sus amigos de las redes, el hartazgo que la invadía por ser víctima de acusaciones y hostigamiento. Señala sus malas juntas con decepción.
En la libreta, no tanto mi preciosa Margarita sino Bachatota, expresa que lo perdió todo. Que se siente sola. Se culpa a sí misma. Da nombres. Al leer, me pregunto si este fue un factor determinante en su incapacidad para soportar su conciencia.
Sus interacciones de las redes sociales indican que Bachatota fue acusada de encubrir a Brany, una amiga señalada de pedofilia, y de mantener cercanía con un usuario llamado Hogo, acusado de abuso y de haber provocado el suicidio de una chica trans. Aunque no lo acusa directamente de su decisión, hace una declaración significativa sobre Jerry, el streamer con quien colaboraba a través de ilustraciones: “si el Jerry me hubiera tratado bien (…) no lo odien”. Esta afirmación, hecha después de una lista de personas importantes para ella, sugiere que el trato de Jerry (que primero la defendió de acusaciones pero luego se desvinculó de ella) contribuyó a su estado emocional, a su desilusión.
Pide también que reembolsen las comisiones pagadas por las ilustraciones que no completó y que la policía investigue en sus redes sociales el acoso que padeció. Hasta la fecha los oficiales de justicia realizaron pericias parciales de la computadora y teléfono, y no parece haber otro tipo de actuaciones.
En aquella visita de junio, cuando aportamos un testigo que padeció acoso extremo del mismo grupo de odiadores, en la Fiscalía nos dejaron entrever lo difícil que es probar la instigación al suicidio a través del acoso y el hostigamiento en las redes sociales.
La funa
La funa es un artificio de las comunidades de las redes para cancelar la reputación de alguien. Proviene de fünan que en mapudungun, la lengua mapuche, significa podrido o echado a perder, algo o alguien que queda abandonado de todos, sufriendo deterioro, sin derechos y sin dignidad. El mecanismo nace como práctica social en Chile, cuando se crea la Comisión Funa iniciada por Acción, Verdad y Justicia (H.I.J.O.S.-Chile) para denunciar públicamente a torturadores, asesinos y cómplices de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Pinochet. Ese “escrache”, como protesta social, fue adoptado también por los familiares argentinos. Pero aquella idea de funa no tiene nada que ver con esta turba digital que publica injurias y calumnias que, como verdades absolutas, marginan sin que la víctima tenga derecho a la defensa.
Nueve de cada diez jóvenes fueron víctimas de mensajes de odio en redes, según UNICEF Argentina. En la campaña ElSilencioSeSienteHate busca empoderar a las y los testigos de hateo, lograr que se involucren, conozcan los impactos de estas situaciones en la salud mental y dar herramientas para intervenir y generar conciencia entre pares.
En la vida paralela de las plataformas, el odio es casi una forma de interactuar. Los contenidos ofensivos tienen nula moderación y llevan al insulto, a la cancelación, al acoso y a la exposición de información privada como prácticas de “castigo” por comportamientos “cuestionables” o por expresar opiniones críticas. No hay tiempo apacible y de acuerdos. Se trata de la remasterización del señor de las moscas donde la libertad subvierte en maldad de anónimos. Su reputación asciende si logran desacreditar a otras personas o al menos causarles daño para alejarlas.
El empleo de este mecanismo en redes sociales tiene severas implicaciones a partir del ejercicio del “derecho” de una horda que decide hacer justicia por cuenta y riesgo. Instigar al suicidio de una persona se relata como un logro alcanzado. O se cuestiona como externalidad del tipo: “se te fue la mano”. La velocidad de las interacciones entre funados y funantes se mide en likes y comentarios, en wikipedias colaborativas tendenciosas, videos explicativos que con aparente intención de racionalidad justifican una vocación delictiva al vulnerar el derecho a la dignidad de las personas con impacto directo en la psiquis, en su reputación y en la vida misma.
Con estos hostigamientos, Margarita quedó expuesta al escrutinio de los grupos y comunidades con opiniones divididas. Fue atacada y amenazada. Estresada, ansiosa, revivió en diciembre la situación traumática de mayo. En el medio rindió finales, viajamos, vino a Patagones, se juntó con amigos reales, cocinó mucho, leyó, pintó.
A través de hilos de Twitter, el usuario Alan, que se trataría de un adolescente, arrogándose con otros participantes un rol de juez la acusa de cometer delitos sin haber verificado la existencia (o falta) de pruebas y justificaciones, a pesar de que la dinámica general se presenta como un conflicto marcado por hostilidad y contradicciones.
Este estado de intolerancia perpetua, de beligerancia en aumento que se agita con denuncias cruzadas, información, dibujos o capturas de chats, se propaga exponencialmente con hordas que si antes simpatizaban ahora odian hasta destruir.
Previo al sepelio, nuestra Universidad publicó en sus redes sociales un sensible obituario para acompañarnos a Gabriel y a mí. Inmediatamente, ese posteo se llenó de mensajes de acoso y burlas de parte de nicknames que, suponemos, son los que hostigaron a nuestra hija. Una estrategia de la comisión de estos delitos es la velocidad con la que se eliminan datos para sortear las eventuales acusaciones por compartir información falsa o mitigar el daño de las consecuencias perjudiciales. Sin embargo, a veces no suele ser suficiente ni tan rápido el autobaneo para rectificar la situación.
En su última obra, finalizada en la noche del 25 de febrero, Margarita expresó con símbolos los efectos del odio, los dos bandos o personajes duales que ocultan mensajes a otros pero intercambian información entre ellos. Aunque heridos, sostienen el cuerpo de la pequeña presa muerta, atravesada por las flechas de ambos en el centro y, abajo, la margarita caída.
La OMS declara que el suicidio en sus distintas formas representa un problema de salud global, ya que se encuentra entre las diez principales causas de mortalidad general y entre las tres primeras causas de muerte en adolescentes y adultos jóvenes. Provoca una tragedia para individuos, familias y comunidades. La cifra es alarmante: por año, se suicidan 800 mil personas.
Mientras que en países como Gran Bretaña, Japón, Holanda y Alemania hay políticas activas sobre la prevención del suicidio y hasta Ministerios de Soledad, en Argentina — donde es la principal causa de muerte en jóvenes de entre 15 y 24 años — , los recortes presupuestarios en áreas del Estado afectan directamente la implementación de la Ley 27.130 de Prevención del Suicidio y las estrategias de abordaje, como la línea 0800 y los programas de prevención y atención.
Nosotros sin Margarita
La muerte de una hija, el mayor de los traumas, no tiene una forma propia de ser nombrada: esto nos arrincona mucho más hacia la soledad de la experiencia, la ansiedad y la tristeza.
A su papá y a mí nos queda mirar el mundo como lo hacía Margarita: de una forma valiente, desprejuiciada, curiosa. Hablamos de ella, la percibimos en el aire, en el gato del cementerio, en la música y en sus zapatillas, que ahora uso.
Sin nada que perder, confiamos en los rituales necesarios para honrar su vida, su memoria, su dignidad. Vamos semanalmente a terapia, tomamos medicación, nadamos. Reconocemos la mirada evitativa, la conspiración del silencio de amigos y compañeros de trabajo que no quieren incomodarnos, no saben qué decir. Delphine Horvilleur, una de las tres rabinas de Francia y autora de Vivir con nuestros muertos, explica que no hay maldad en eso, que es el efecto secundario del afecto humano mejor compartido: el miedo. Experta en duelos, Horvilleur escribe que los finales brutales pueden reducir toda la existencia, “mejor decir todo lo que fue y podría haber sido, mucho antes de decir lo que ya no será”.
En nuestro duelo dedicamos tiempo a la investigación académica, es el trabajo que nos gusta y al que le agregamos valor.
El peligro de la brutalidad de la tragedia por la muerte de una hija es que se confisque el relato de nuestras vidas, plena de ella misma y que excede su desenlace.
En hebreo, shakul es la palabra para nombrar la pérdida del hijo, y es una referencia vegetal de la rama vendimiada amputada de su fruto. Aunque no tenga sentido, se emparenta con el esfuerzo de la RAE por instituir huérfilo como la condición de los padres sin sus brotes.
Nos cuesta aceptar que en su querida vida tenía el compromiso de la misión de dejar atrás el universo, de haber sentido y dicho la última palabra, de haber realizado su último propósito sin nada pendiente.
Pienso en la libreta y me imagino la despedida de puño y letra, como dice el expediente. ¿Habrá sentido paz después de tanta ansiedad generada por la funa? Pienso en el propósito de su vida, si creyó que llegaba nada, como dice Borges, o que no, que sencillamente no pudo con eso.
Después del shock
Sus padres, después del shock, tratamos de vivir en una existencia descolocada que incluye análisis, charla con el rabino Diego Elman sobre la importancia de los rituales, bendición en un templo evangélico, zoom con papás duelantes de la Red Empesares. Aunque en parte seguimos atascados en el misterio, en una niebla mental, como conscientes en un mal sueño, hay algo, muy pequeño, un milímetro del trámite del trauma que se movió: por eso puedo escribir este testimonio.
Como en El salto de papá, de Martín Sivak, la explicación posiblemente se escurra y precise de una caja de herramientas instintiva y propia, con pistas y culpas, sobre la decisión de nuestra amada hija, hoy con otro tipo de presencia.
Ofelia Fernández tiene casi la misma edad que mi Marga. En el documental “¿Qué le pasa a nuestra generación? Cómo ser feliz” ensaya que, desde 2010, con la instalación de la cultura de like de Facebook y el Iphone 4 con cámara frontal para selfies, la distancia entre lo que los padres suponíamos riesgoso y lo que la virtualidad proponía a los niños y jóvenes fue en aumento. Porque no se sabía, “y se tuvo que llegar a este extremo para corregir esta miopía”, dice Ofelia. Explora el fenómeno social y tecnológico de una generación que se siente atrapada, rota, ansiosa en/por las redes sociales como parte de un modelo de negocios amasijante del tiempo y la información, con externalidades de altas tasas de depresión instigadas por la vida digital.
Menos mal que tenemos memoria del crecimiento de Margarita. De cuando se hizo grande, distinta. De la pandemia configurante de rituales de pertenencia híbridos que mellaron a las juventudes y a la vida universitaria. Entonces, las redes sociales se enseñorearon con discursos de odio y hostigamientos como los que recibió mi Marga. Su identidad fue arrebatada por el mal de época de una soledad de hiperconectados.
Como fondo de pantalla de su monitor, Gabriel tiene un dibujo que Margarita le hizo en enero: una nena con un corazón y un TKM. “Ya que no me dejás verlos, haceme un dibujo”, le había dicho.
En estos nueve meses de duelo nos contactaron algunos de sus amigos digitales y reales. Sus compañeros de la universidad, que supieron por las redes sobre lo sucedido, compartieron fotos de reuniones donde se la ve divertida, en comunidad. Algunas universidades argentinas postpandemia comenzaron a incorporar las problemáticas de salud mental como parte de sus políticas de bienestar estudiantil.
¿Cómo no supimos leer lo que le pasaba a Margarita? No espiarla, no invadirla, era respetar y afianzar su confianza de espíritu libre. Ella no vio dónde se estaba metiendo y nosotros menos todavía. «Ahora vas a duelar», te dice gente que no está en el asunto. Al caer, Margarita paró el reloj de todos los que la amamos. No podemos abrazarla, mirarla dormir, ni reirnos con ella. La congoja nos asalta varias veces al día y así, angustiados, esperamos los avances en la causa judicial.
Pensar en el futuro parece catastrófico. Las nuevas generaciones necesitan una intervención multifacética y una reorientación de la realidad. Y a los padres duelantes nos adviene el servicio, esa dimensión religiosa que expresa la voluntad de lograr un mejor vivir para los que quedan, incluyéndonos: en esa intersección me quiero quedar. La paz, un anhelo. Quizá se concrete en bendecir la vida de la hija que como ser humano transitó un valle de sombras, en agradecer su memoria y legado. El amor es más fuerte que la muerte. Ahora, horriblemente, lo sé.
En virtud del Decreto de Necesidad y Urgencia del Gobierno Nacional N° 334 que suspende la presencialidad en distintas actividades y en función de garantizar la prestación de los servicios esenciales y necesarios para afrontar la emergencia sanitaria en el marco de las nuevas disposiciones nacionales, la Municipalidad de Villa Regina informa cómo será la…