Flavia Terigi será la nueva Directora General de Cultura y Educación en la Provincia de Buenos Aires
|

Flavia Terigi será la nueva Directora General de Cultura y Educación en la Provincia de Buenos Aires

 

Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable

Tras la renuncia de Alberto Sileoni, Axel Kicillof mueve fichas en un área clave y propone a Flavia Terigi, una figura central del pensamiento pedagógico argentino, para conducir la Dirección General de Cultura y Educación. Con una trayectoria sólida, marcada por la defensa de la escuela pública, la nueva designada llega con un perfil académico y político que apunta a profundizar una agenda educativa estratégica para la provincia.


Una elección que consolida una línea de gestión

En medio de la salida de Alberto Sileoni, Kicillof decidió no improvisar: eligió a Flavia Terigi, actual rectora de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), para asumir el mando del área educativa provincial. La académica ya comunicó a la universidad que pondrá en pausa su rectorado para afrontar el nuevo desafío, mientras el Poder Ejecutivo enviará este miércoles su pliego al Senado bonaerense. Todo indica que la votación se desarrollará sin mayores sobresaltos.

Terigi, con más de 30 años de trayectoria en investigación, docencia y gestión, es considerada una de las voces más lúcidas respecto de las transformaciones pendientes en el sistema educativo. Su nombre aparece ligado a debates sustantivos sobre trayectorias escolares, educación secundaria, continuidad pedagógica y diseño curricular.


De la UNGS a la provincia: una trayectoria marcada por la innovación

Desde su llegada a la UNGS en 2006, Terigi impulsó proyectos que cambiaron la manera de mirar la escuela media. Promovió equipos interdisciplinarios, produjo insumos que luego se utilizaron en discusiones nacionales y acompañó el desarrollo de la Escuela Secundaria de la universidad, ampliamente citada por sus métodos de enseñanza no tradicionales.

Su formación también explica su peso académico: licenciada en Ciencias de la Educación por la UBA, magíster en Ciencias Sociales por FLACSO y doctora en Psicología en la Universidad Autónoma de Madrid, construyó una agenda de trabajo que busca desarmar las lógicas rígidas del formato escolar tradicional y pensar nuevos modos de enseñar y aprender.


Una mirada que interpela al sistema

Terigi sostiene que su especialización surgió del análisis de las condiciones reales que permiten aprender, y de las tensiones que muestran el desgaste del modelo de escuela pensado para otro siglo. Esas inquietudes orientaron investigaciones, direcciones de tesis y múltiples intervenciones institucionales, tanto en la UNGS como en la UBA.

La académica plantea que para transformar la escuela no alcanza con ajustar programas: hay que revisar estructuras, repensar roles y reconstruir sentidos. Su trabajo, reconocido en ámbitos universitarios y gubernamentales, se inscribe en esa perspectiva.


Militancia universitaria y proyecto político

La futura funcionaria no es ajena a la vida política de la educación pública. Integra Espacio Abierto, un colectivo del Instituto del Desarrollo Humano que impulsa mayor democratización interna. Desde allí promovió reformas en la representación del Consejo Superior y la creación de nuevas secretarías, movidas que la consolidaron como una referente dentro de la UNGS.

En 2022, al candidatearse a rectora por el Frente por la Universidad Pública, sostuvo que gestionar una universidad es asumir un proyecto político orientado a ampliar derechos, fortalecer la producción científica y repensar el rol de las instituciones en lo que definió como una “crisis civilizatoria”, atravesada por cambios profundos y urgencias inéditas.


Lecturas políticas de una designación estratégica

Si el Senado confirma la propuesta —algo que se da por hecho—, la llegada de Terigi será leída como un intento de Kicillof por jerarquizar el área educativa y blindar una agenda de inclusión, innovación y defensa de la escuela pública. En un contexto donde Milei insiste con ajustar presupuestos y desarticular políticas, el gobernador apuesta por una figura con peso propio y una mirada de largo plazo.

Con su desembarco en la Dirección General de Cultura y Educación, Terigi no solo aporta robustez técnica: también encarna un proyecto pedagógico que busca sostener y profundizar un modelo desfinanciado y deslegitimado desde la Casa Rosada. La provincia, así, se posiciona para resistir y reconstruir donde otros pretenden retroceder.

 

Difunde esta nota

Publicaciones Similares

  • |

    Francisco Paoltroni: embargos millonarios, desmontes ilegales y un patrimonio que no cierra

     

    En Formosa, el senador Francisco Paoltroni enfrenta un entramado judicial que ya supera los 238 millones de pesos entre embargos, multas y causas abiertas por fraude bancario, desmontes ilegales y un salto patrimonial que dispara todas las alarmas. Un mapa de sospechas que atraviesa sus negocios agropecuarios, su rol político y la lógica de poder que Milei prefiere no mirar.

    Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La insuperable

    El caso no es menor ni excepcional. No todos los días un senador nacional acumula embargos por más de 100 millones de pesos, ni mucho menos convivencias tan evidentes entre fraudes bancarios, hacienda en negro y desmontes masivos sin autorización. Pero eso es exactamente lo que hoy envuelve a Francisco Paoltroni.


    La causa federal: 134 millones por presunto fraude al Banco Nación

    Según la investigación judicial, la jueza federal Belén López Macé ordenó un embargo por 134 millones de pesos en el marco de una causa por fraude contra la sucursal del Banco Nación de Quitilipi (Chaco). La sospecha no es menor: Paoltroni habría librado y endosado cheques a través de empresas vinculadas que luego fueron desconocidos, una maniobra que excede la simple negligencia y habilita el camino penal.

    No se trata de un expediente técnico, señalan desde EnOrsai: es dinero público en riesgo y un legislador nacional operando sobre el sistema bancario con estructuras empresariales opacas. Y todo esto mientras Milei declama auditorías y “fin del curro” como mantra de ocasión.


    Desmontes ilegales: más de 104 millones en multas y miles de hectáreas arrasadas

    En paralelo, la Fiscalía de Estado de Formosa ejecutó multas por más de 104 millones de pesos contra firmas vinculadas directa o indirectamente a Paoltroni por desmontes sin autorización.

    Los registros oficiales hablan de 904 hectáreas afectadas, pero estimaciones internas elevan el número a 2.239 hectáreas, en zonas como Ibarreta, Estanislao del Campo y Subteniente Perín. La práctica es conocida: desmontar, sembrar, producir, pagar la multa años después y seguir facturando. Un esquema que en Formosa se naturalizó y que ahora, con este caso, vuelve a quedar expuesto.


    El patrimonio que no cierra: de 141 a 3.390 cabezas de ganado

    La tercera pata del escándalo es la más evidente: el salto patrimonial del senador, que pasó de 141 cabezas de ganado en 2017 a 3.390 en 2025. Un incremento superior al 2.300 %.

    Productores y consignatarias consultadas hablan de compras informales de hacienda “en negro” a precio vil, para luego blanquearla en remates de la localidad de Fontana. El mecanismo es archiconocido en el sector, pero pocas veces aparece tan directamente asociado a un legislador nacional.


    ¿Qué hay detrás? Evasión, lavado y la política provincial

    Si las investigaciones avanzan, Paoltroni podría enfrentar imputaciones por evasión fiscal, lavado de activos y operaciones económicas no declaradas, entre otros delitos. Y el contexto político agrava todo: mientras Milei exige “transparencia” a los gritos, uno de sus propios senadores navega causas que lo acercan más al viejo poder agrario que a la “casta” que dicen combatir.

     

    Difunde esta nota
  • Está en vigencia la ordenanza de limpieza de terrenos baldíos

    La Municipalidad de Villa Regina informa que se encuentra vigente la ordenanza municipal de limpieza de terrenos baldíos. En este marco, a partir del jueves 25 de noviembre se otorgará un plazo de diez días consecutivos para que sus propietarios procedan a la limpieza de los mismos. En caso de incumplimiento, la Municipalidad realizará la…

    Difunde esta nota
  • La cárcel, la universidad, Tesla y Cortázar

     

    Cielo sonríe cuando piensa en sus hijos, se nota porque se le achinan los ojos. Los tres quedaron al cuidado de su mamá a 400 kilómetros de Lockhart, Texas, base de la cárcel donde está presa. Tiene 21 años. Se ríe también cuando se acuerda de los esfuerzos de su mamá por enseñarle español: le hacía decir en voz alta palabras mientras señalaba objetos y repetía copa, mesa, gorda. Gorda la tiene grabada en la memoria, la sentencia de la madre como una daga clavada en el corazón. Cielo fue una niña solitaria, peleadora, rebelde. En sus gestos sigue siendo una niña, aún rebelde. Con su cuerpo curvilíneo, inquieto, se desparrama y estira los brazos sobre el pupitre rectangular, uno de los siete de las aulas de Coleman Unit, esta cárcel texana. Debajo del uniforme también está la niña que aún es: esconde un paquete de galletas, caramelos, un chocolate.

    El aula, nos cuenta Micah, uno de los docentes, se parece a las de su escuela pública en Ohio; en realidad, aclara, se parece a las de todas las escuelas públicas de Estados Unidos. De hecho, aquí mismo durante las mañanas hay clases para las detenidas que no pudieron terminar la secundaria.

    Entre estas cuatro paredes donde ahora Anfibia dicta un taller de escritura, están colgadas las reglas de ortografía, cuándo poner comas o puntos, las formas de las narrativas. Los afiches hablan de gramática pero también del buen ánimo, de mistakes, de hope, de cómo hacer para calmarse a una misma. Los pasillos de esta prisión estadounidense, en cambio, tienen mensajes de las iglesias evangélicas, las organizaciones que más atraviesan los muros además del TPEI (Texas Prison Education Initiative) de la Universidad de Texas y  Pido la palabra, el programa que dirige la profesora Adela Pineda con apoyo de la Mellon Foundation. “Life is a camera / focus on what’s important / capture the good times / develop from the negatives / and if things don’t´work out / take another shot”, dice uno de esos murales con el dibujo de una polaroid que imprime la imagen de una flor. También hay mensajes por la prevención del cáncer de mama y otros por Halloween encabezados por un Boo.

    Hablamos de la entrevista según el periodismo narrativo. La puesta en común revela historias de mujeres que tuvieron que hacerse fuertes y que ahora se vuelven vulnerables y que también aprovechan estas clases para encontrarse y divertirse.

    Estas jóvenes que hoy están privadas de su libertad podrían ser alumnas de la Maestría de Periodismo Narrativo o de cualquier taller anfibio. No solo por ese código universal que hay detrás de las cejas de Isabel maquilladas con empeño cada mañana, tampoco por los brillitos en la nariz o los tatuajes que Dina tiene en los brazos, si no por la inquietud con la que circula la palabra a la hora de pensar en el género entrevista. Al frente de esta clase de Escritura Creativa están Gabriela Polit, Micah Unzueta y Salomé Valdivieso, y esta vez también nosotras, enviadas por Anfibia. Hablamos de la entrevista según el periodismo narrativo, que tiene que ver con la escucha abierta, los silencios, la conversación, el vínculo. Le hacemos preguntas a un texto sobre la inundación de Bahía Blanca, practicamos el reportaje en parejas. La puesta en común revela una escucha genuina, las historias de mujeres que tuvieron que hacerse fuertes y que ahora se vuelven vulnerables y que también aprovechan estas clases para encontrarse y divertirse.

    –¡Yo escribo muy bien! ¿Cómo hago para publicar en Anfibia?

    Las compañeras aplauden chasqueando los dedos, una forma de ovación encubierta antibarullo. Les explicamos cómo.  

    Para Dina el idioma no es una barrera. Aquí ella y sus compañeras son, como muchas personas que brindan servicios en Austin, quienes sienten culpa por no haber aprendido el español con el que convivieron en sus infancias, por no haber estudiado mejor el idioma. La culpa es por el esfuerzo que hicieron sus madres migrantes para que no perdiesen su raíces.

    Estados Unidos es el país con el número más alto de encarcelamientos en el mundo. La mayoría de las personas detenidas son afrodescendientes pero los recuentos oficiales no incluyen datos sobre bilingües y/o hispanohablantes: las clasificaciones se vuelven difusas entre chicano, latino, hispano. Según el censo, “hispano puede definirse como la herencia, nacionalidad, linaje o país de nacimiento de la persona, sus padres o antepasados ​​antes de llegar a Estados Unidos. Las personas que se identifican como hispanas, latinas o españolas pueden ser de cualquier raza”.

    Yasmine llega unos minutos después de las seis, la hora de comienzo de la clase, porque tardaron en servir la comida. Cuando abre la puerta del aula, alza los brazos y pega un saltito. Ve a Gabriela Polit, su profe del semestre anterior, y por un momento es feliz. Con ella escribieron poemas, cartas, cuentos (leer y escribir les permite “bajar la guardia” y “give life to words”). Yasmine fue persistente con los temas: toda su producción estuvo dedicada a su marido, que murió joven y a quien ella no pudo despedir. 

    Ahora ya no estás

    Te fuiste sin un adiós

    Sin decirme nada

    Nunca puedes regresar

    Gabriela le pregunta por otras exalumnas que recuerda con cariño, Yasmine le cuenta esta salió en libertad, a esta la trasladaron a otra prisión a cientos de kilómetros.

    Coleman Unit es una cárcel estatal de seguridad media con capacidad para alojar a mil mujeres, un pequeño oasis en el vasto sistema penitenciario de Texas. Este estado sureño cuenta con la tasa más alta de encarcelamientos del país:139.600 personas privadas de la libertad. Coleman funciona desde 1993 y tiene programas educativos para terminar la escuela además cursos técnicos (producción, soldadura y manufactura) y clases de retórica, contabilidad, inglés para que puedan completar sus cursos universitarios y sumar crédito en varias disciplinas. Pero según cuenta Pineda, “los programas más populares dentro del modelo de rehabilitación provienen de organizaciones no académicas que ofrecen clases de religión y de habilidades empresariales”.

    Muchas personas en Austin sienten culpa por no haber aprendido el español con el que convivieron en sus infancias, pese al esfuerzo de sus madres migrantes por conservar sus raíces.

    Gabriela nos cuenta que antes de la pandemia fue a una cárcel de migrantes. Allí las medidas eran más estrictas y arbitrarias. Acá apenas nos advierten no ir con sandalias ni hombros descubiertos y llevar un saco porque el aire acondicionado está prendido a tope. Dejamos carteras y teléfonos en el auto, lo único que entra seguro es una caja de cartón con fotocopias, hojas en blanco, lapiceras y trabajos de clases anteriores. En la puerta los guardias se parecen más a los de División Palermo o Locademia de policías que a los de Una batalla tras otra. Nos recibe uno afroamericano, nos pasa un escáner, nos retiene los pasaportes a cambio de acordarnos de los últimos cuatro números del documento y de una tarjeta: Visitor. Más difícil fue salir de Ezeiza donde nos hicieron una “breve entrevista” con sonrisa y mirada fija preguntándonos qué íbamos a hacer a Estados Unidos y cuáles eran nuestros hobbies. 

    Son las ocho, la hora de cierre del taller, y nadie se mueve del aula. Estamos conmovidas, escuchando las historias que cada una construyó luego de entrevistar a una compañera. Aplausos, más chasquidos, abrazos, saludos de mano, nice to meet you, come back on Wednesday. La salida es todavía más fácil.

    ***

    El regreso Lockhart-Austin dura una hora. Es de noche. Con Micah al volante de la camioneta, con la caja de cartón en el baúl, y Gabriela, Salomé y nosotras. Hablamos poco. Apenas discutimos si la luna, en cuarto creciente, mira para el mismo lado en Argentina. Así pasa el viaje hasta la casa de Adela. La camioneta serpentea por un barrio de típicas casas de madera con alero, mucho verde. No se ve nada, como si no hubiera tendido eléctrico; la poca luz visible es cálida y asoma de las ventanas. Llegamos, y Charlie lo sabe. “Perro que ladra no muerde”, rompe el hielo Adela con su acento mexicano. La mesa está lista; falta servir el pollo con arroz y picante que preparó su compañero Boris, colombiano, también profesor universitario. 

    ¿Qué están haciendo o qué más pueden hacer los académicos de aquí y de allá ante la crisis de la democracia?

    Mientras comemos, nos dan el pésame por la victoria de Milei (¿Por qué ganó? ¿Cuál es la explicación? Y ustedes, ¿cómo están?). Nos cuentan que  Greg Abbott, el gobernador de Texas, es un líder conservador (“a la derecha de Trump”), y también cómo se enojaron muchos agricultores locales por el último préstamo de Trump a la Argentina. Nos preguntamos qué están haciendo o qué más pueden hacer los académicos de aquí y de allá ante la crisis de la democracia y, en particular, ante la amenaza de la libertad de cátedra. Gabriela, que todo lo dice con poesía, compara: si creyéramos en las fuerzas malignas, diríamos que Darth Vader está haciendo de las suyas, que la suerte está mal echada en América del Sur. Hablamos de la izquierda y la derecha, de los jóvenes, de la inteligencia artificial. De hacer turismo en China (“un amigo fue y no podía creer, helicópteros que vuelan solos, nada de comunismo ahí”). De la muestra de Hito Steyerl en un museo de México. Y de cómo le llamamos a la “fruta de la pasión” en nuestros distintos países. 

    – ¿Quieren helado? También lo preparé yo. 

    Boris sirve el postre en unos potes colorados: el helado de algarroba, ron y pasas está riquísimo. En un momento nos olvidamos de que estábamos levantando la mesa: Micah y Salomé se están ocupando. Se alternan para ubicar la vajilla en el lavaplatos con la familiaridad de quienes conocen los rincones de esta casa. En el hogar de Adela, como en el de Polit y Javier Auyero, las tertulias con colegas y estudiantes, más o menos improvisadas, son cotidianas. Esta noche somos parte de la familia latinoamericana reunida alrededor de las palabras, los libros, el conocimiento, la comida, las distancias, la incertidumbre y las preguntas sobre el futuro.

    ***

    Apenas llegamos a Austin cruzamos el aparatoso Cyber Truck de Tesla y gritamos al ver un Waymo, esos autos fantasmas que se manejan solos y que aparecen por todos lados. Según el censo de 2020 aquí viven 961.855 personas. La ciudad creció alrededor de la universidad que a su vez recibe financiamiento para la construcción de sus edificios de lo recaudado en la industria más importante del Estado: el petróleo.

    Guadalupe, la calle de nuestro hotel, es una de las avenidas principales de la ciudad y una de las pocas que tiene vereda para peatones a ambos lados. Bordea el campus de UT y es pasarela de estudiantes a toda hora del día: cargan carpetas, bolsas con comida, van a toda velocidad en monopatín, llevan la camiseta naranja color representativo. 

    El miércoles baja la temperatura en Austin: de 30 a 11 grados, viento huracanado, sol de otoño. María no trajo abrigo porque confió en que esta ciudad rodeada de desierto seguiría caliente. Entonces hace lo que todo turista: entra al Target y se compra el pullover más lindo de los saldos, con un perrito en el pecho. Por la noche, en el lobby del hotel, una chica no puede resistirse porque ese perrito es igual a Osa, su animal de compañía. 

    —So cute —dice.

    —Gracias.

    —¡Hablas español!

    Se llama Lorena. Es colombiana de Medellín. Durante años tocó el clarinete en una orquesta local. Hasta que tuvo que viajar de urgencia a su país y no le perdonaron que se ausentara del concierto: no la llamaron más. Hoy trabaja en tecnología. Añora la bohemia. Está leyendo Eva Luna de Isabel Allende. No encuentra, casi, colombianos en Austin: “La mayoría de los migrantes que conozco son de México y Centroamérica”. Ama que seamos periodistas. Mañana nos pasa a buscar para ir a bailar two steps, promete. 

    En estos días somos parte de la familia latinoamericana reunida alrededor de las palabras, los libros, el conocimiento, las distancias y las preguntas sobre el futuro.

    La vida cotidiana de Austin nos resulta familiar: vimos muchas series y películas de Hollywood. Cruzamos a hombres con bigotes y camperas de jean, mujeres rubias de botas tejanas y anillos saltones, banderas azul-blanca-roja con una estrella (¡qué parecida a la de Chile!), estaciones de servicio despojadas y otras para cargar autos eléctricos, foodtrucks de árabes que venden tacos mexicanos, bartenders que nos piden ai di. Esta es la ciudad, también, de Richard Linklater. El director de Antes del amanecer, Boyhood y Bernie, en la que registra lo local y ayuda a construir una narrativa más expandida de Texas. ¡Pasamos por su casa! Es de ladrillo rojo, antigua, con el sello de patrimonio histórico en la puerta; está en una esquina, en un barrio residencial. Las persianas están bajas. 

    —Tienen que ir.

    Dice Gabriela Polit mientras nos deja en el hotel y, en la capital de la música en vivo,  señala el local The hole in the wall. Vamos. “¡Qué buena noche eligieron! Toca Jim Campo de Magic Rockers of Texas, una banda local emblemática”, nos avisa el cantinero. 

    De vuelta en el hotel, escribimos esta catarsis sentadas en el bar. Suena música de los 90, nunca un reggaeton ni una cumbia ni una salsa. Afuera pasan los jóvenes ya disfrazados para las fiestas pre Halloween, la ciudad entera decorada con calabazas, esqueletos y fantasmas. Un homeless con varias bolsas y un gorro se acomoda en un banco para pasar la noche. Una rata corre hacia la alcantarilla. Un monopatín queda tirado en el piso. 

    ***

    El campus de la Universidad de Texas (UT) es el corazón de la ciudad. Desde la torre central, antigua, hecha con los típicos ladrillos color tiza y alineada con el capitolio, se ve el territorio verde arbolado. Es la universidad pública más grande de Estados Unidos y tiene uno de los archivos de literatura latinoamericana más importantes: en la Benson conservan papeles, obras completas, cartas y manuscritos de Julio Cortázar, Cristina Rivera Garza, Augusto Roa Bastos, Sor Juana Inés de la Cruz. En el Harry Ramson están las obras completas de Gabriel García Márquez, una copia de la biblia de Gutenberg, la primera fotografía tomada por Nicéphore Niépce, y libros de clásicos como Joyce, Faulkner, Virginia Woolf, Shakespeare, Kerouac, Foster-Wallace, Coetzee, entre muchísimos otros.  

    Cuatro grupos de adolescentes y sus padres recorren el campus, expectantes de las solicitudes universitarias que desvelan a los jóvenes estadounidenses durante el final de su escolaridad secundaria. Los esquivamos mientras vamos hacia el Benedict Hall, donde está Polit. Ella es experta en literatura latinoamericana y una militante de los estudiantes: promueve la lectura de clásicos y noveles, da herramientas de escritura, acompaña sus procesos profesionales y personales. Con vista a la fuente y alrededor de la mesa, su oficina será el escenario de la Beca Crónica, un proyecto de la Iniciativa de escritura creativa con apoyo de LLILAS (Lozano Long Institute of Latin American Studies)

    Salomé es antropóloga. Cursa segundo año de la maestría en Sociología. El pelo morocho largo, los anillos con motivos andinos, la voz suave pero decidida: extraña a la familia que quedó en Riobamba, Ecuador; solo vuelve en las fiestas o en el verano. Tiene 26 años, se mudó a “Los Estados” con la promesa de un futuro académico. Para solventar la vida en dólares trabaja en el LLILAS con la directora, Adela Pineda. Camina por el campus con una carpeta naranja con el logo de la UT bajo el brazo. Adentro están los apuntes de su trabajo de campo sobre un territorio donde conviven un lodge (dos mil dólares la noche), comunidades originarias y personas sin tierra. Después de hacer el doctorado quiere volver a su país. 

    Apenas llegamos a Austin cruzamos el aparatoso Cyber Truck de Tesla y gritamos al ver un Waymo, esos autos fantasmas que se manejan solos.

    Mónica es arquitecta, quiere escribir sobre las nuevas vecindades de Guadalajara, México, esas que se parecen a las del Chavo del 8 pero son fresas. Jaime, estudiante de antropología y diseñador de indumentaria, sobre los chilenos y chilenas que alquilan habitaciones a estudiantes como estrategia de supervivencia ante las eternas crisis de la región. Daniela es abogada. Desde hace años investiga las consecuencias del conflicto armado en el Valle de Cauca, Colombia, pero ahora el trabajo tomó un foco inesperado: la alianza entre excombatientes y antiguos militares, que tienen más en común de lo imaginado. Paulina es de Chihuahua, pero hace trabajo de campo con poblaciones que se quedan en el territorio a pesar de las inundaciones en Guatemala, la tierra paterna. Saúl se presenta como el “cronista de su pueblo”, habla náhuatl y también viene desde México. Aún aprende el inglés mientras desentraña cómo aterrizar por escrito todo lo que dice con cadencia poética en la oralidad.

    En unas semanas, vamos a comunicar qué proyecto quedó seleccionado. Entonces, el estudiante viajará a su territorio a encontrarse con un cronista y hacerle honor al método anfibio, ese que cruza disciplinas y propone acompañamiento cercano del equipo de edición.

    – El proceso de escritura de mi crónica fue… jaja. Perdón que me distraiga, no puedo creer que estemos juntos. 

    Daniel viene a contar su experiencia: acaba de publicar en Anfibia El espía arrepentido del Canal de Panamá, texto ganador de la quinta edición de la beca que esta vez es presencial. 

    En el centro de la mesa circulan los alfajores argentinos, Titas y Rodhesias que llevamos. La previa a los tacos con cerveza mexicana que nos esperan sobre la calle Guadalupe, al terminar este taller. Los encuentros y presentaciones fueron cruzados: Mónica y Jaime resulta que son vecinos; Saúl intercambio teléfono con sus colegas; ahora ellos también agrandan la familia. 

    La entrada La cárcel, la universidad, Tesla y Cortázar se publicó primero en Revista Anfibia.

     

    Difunde esta nota
  • |

    COLECTA SOLIDARIA: ROTARACT VILLA REGINA

    Rotaract club Villa Regina:En esta oportunidad estaremos realizando una COLECTA SOLIDARIA para equipar las salitas de la localidad. Para ello pedimos nuevamente la colaboración por parte de la gente de: -alcohol-lavandina-desinfectante de ambiente-productos de limpieza y sanitización *Además estaremos recolectando LIBROS de todo tipo y para todas las edades que serán destinados a las bibliotecas…

    Difunde esta nota
  • |

    «LA MEDICINA ASISTENCIAL ES UNA ELECCIÓN DE VIDA SACRIFICADA»

    En el Hospital público de Villa Regina se realizó la primera cirugía sin huellas con el sistema de imanes Imanlap realizada en la provincia de Río Negro. El procedimiento estuvo a cargo del doctor especialista en Cirugía General Mariano Ortiz (38) graduado en la Universidad Nacional de La Plata.  El sistema IMANLAP es un procedimiento…

    Difunde esta nota
  • | |

    CAP. 4 «CONVIVENCIA FORZADA». ESTRENO WEB

    Los pozos de fracking se instalan en medio de las chacras y pegado a zonas urbanas. Los vecinos que conviven con esta actividad se quejan de: el ruido las 24 hs, vibraciones que rompen sus casas, problemas de salud, agua contaminada, gases en el ambiente, infertilidad del suelo. También cuentan de enfermedades que empezaron después de la llegada de las torres, como enfermedades en la piel, en el sistema digestivo y respiratorio.

    Difunde esta nota