Jesica -según publicó el sitio Neuquén en Noticias– confesó los problemas de consumo de alcohol que atravesaba desde hace un tiempo su hermano y aclaró de esa manera una de las hipótesis que se establecieron sobre cómo murió.
Como informara Alerta Digital, el vecino cayó sobre las ruedas del colectivo de la Línea 12 aproximadamente a las 14 de ayer lunes en la intersección de las calles Lago Viedma y Las Torcazas y murió en el acto.
«Mi hermano estaba ahí sentado y parece que se paró y se fue para delante y el cole justo arrancó», relató Jesica.
El sector de la ciudad donde se produjo el trágico hecho. Foto: Google Maps/gentileza Neuquén en Noticias.
Visiblemente emocionada, junto a otros familiares y vecinos, la hermana de la víctima sostuvo que los problemas de consumo de alcohol habían enceguecido la vida de Paredes a quien todos referenciaron como “un buen hombre, que no molestaba a nadie”.
“Se lo podía ver en esa zona, abatido por el alcohol, a cualquier hora, pobre”, señaló una vecina que se acercó ante la trágica noticia.
En el último tiempo se supo que Paredes se encontraba sin trabajo estable y en medio de una profunda depresión que lo llevó a consumir alcohol.
El conductor del transporte involucrado declaró que el accidente ocurrió mientras intentaba estacionar en la parada habitual. Relató que sintió un movimiento en las ruedas traseras del vehículo y, al mirar por el espejo, advirtió a una persona tendida sobre el asfalto. Explicó que no pudo frenar a tiempo, lo que provocó que las ruedas traseras pasaran por encima del peatón.
El comisario inspector Nicolás Corzo, coordinador operativo de la Dirección Tránsito de Neuquén, informó que la investigación continúa y que aún no se confirmó ninguna hipótesis.
La reciente confirmación de la Corte Suprema sobre la muerte del soldado Pablo Jesús Gabriel Córdoba en Zapala marcó un cambio en esta investigación. Este pronunciamiento, viene a consolidar las pruebas y teorías que se habían ido desvelando en los meses anteriores, estableciendo con autoridad judicial lo que muchos sospechaban: la muerte de Córdoba fue […]…
Una nueva sede policial se levanta en el barrio Sarmiento de Centenario con el objetivo de reforzar la seguridad y ofrecer respuesta inmediata a situaciones de violencia de género y familiar. Se trata de la Comisaría 52, una obra priorizada por el gobierno provincial que ya supera el 74% de ejecución y que forma parte de un plan más amplio de inversión pública en áreas sensibles.
El edificio en construcción contará con más de mil metros cuadrados cubiertos y albergará oficinas destinadas a atención primaria en casos de violencia, un área de monitoreo equipada con tecnología avanzada, y un acceso vehicular diferenciado para el traslado seguro de personas detenidas.
El contrato, financiado completamente con fondos provinciales, representa una inversión cercana a los $1.995.252.542,26, tomando como referencia los valores de diciembre de 2023.
La finalización de la obra está prevista para los próximos meses. Con ella, se espera no solo mejorar el control del delito, sino también brindar un espacio más adecuado para la atención de víctimas y el seguimiento de situaciones críticas.
La nueva Comisaría 52 de Centenario está ubicada en el barrio Sarmiento de Centenario y cuenta con 37% de avance. Tendrá una oficina de atención primaria con intervención directa en casos de violencia de género y violencia intrafamiliar. Durante una recorrida encabezada por los ministros de Seguridad, Matías Nicolini, e Infraestructura, Rubén Echeverry, se destacó […]…
Nuestra familia canina, con quienes convivimos cotidianamente, nos llenan de dudas al momento de tener comportamientos que no entendemos. O que, quizás, entendemos mal.
Sus reacciones, sus estados de ánimo, suelen confundirnos y no sabemos cómo responder. Por eso, porque son parte de nuestra familia y compañía que más queremos, es que en esta edición especial de El Diario de Vanesa, tomamos contacto con un especialista.
Se trata de Gustavo Estrada, a quien conocemos a través de las redes sociales (especialmente por medio de su cuenta de Instagram: elprofesorcanino)
Aquí les dejo el diálogo al que gentilmente accedió para esta publicación especial en Alerta Digital:
Hola Gustavo, contanos un poco sobre vos: ¿de dónde sos, qué edad tenés y cómo comenzó esta pasión por la educación canina?
Mi nombre es Gustavo Estrada, soy educador canino y vivo en Santiago de Chile. Tengo 44 años y me dedico profesionalmente a este trabajo desde 2011. Todo empezó cuando llevé a entrenar a un perrito que tenía. En el proceso, me involucré tanto que terminé rindiendo el examen final de la formación que cursaba la persona que lo entrenaba. Eso me llevó a iniciar un programa de formación tipo «sombra», donde acompañás a un profesional en su práctica diaria. A los cuatro o cinco meses ya estaba tomando mis primeros clientes y desde entonces no he parado.
El año pasado publiqué un libro autobiográfico titulado Lo que Nunca Te Abandona, donde narro cómo llegué a esta profesión, las experiencias que me marcaron, y cierro el relato en 2024. Es un testimonio muy personal de lo que significa para mí este camino, y cómo la educación canina me transformó como persona.
¿Cómo podemos identificar a un perro reactivo? ¿Qué conductas presenta?
Un perro reactivo no es un perro malo, ni agresivo necesariamente. Es un perro que tiene una respuesta emocional muy intensa frente a ciertos estímulos: puede ser otro perro, una persona, una bicicleta, un sonido. La reacción puede incluir ladridos, tirones de correa, embestidas o intentos de morder.
Lo importante es entender que no se trata de una “mala conducta” en sí, sino de una respuesta emocional desbordada y desadaptativa. El perro no está eligiendo comportarse así, lo que pasa es que no tiene las herramientas emocionales para lidiar con lo que percibe como una amenaza.
En la mayoría de los casos, la reactividad tiene origen en el miedo: miedo por experiencias negativas pasadas, por genética o por una socialización deficiente en etapas tempranas. El perro interpreta el mundo como un lugar inseguro, y reacciona con intensidad. Por eso es crucial no castigar esas conductas, sino entenderlas y abordarlas desde la raíz.
¿En qué momento una familia debería acudir a tus servicios?
Idealmente, antes de que el perro llegue al hogar. Sé que suena raro, pero muchas veces los problemas que surgen más adelante tienen que ver con una falta de información al principio. Si el tutor se forma antes de recibir al perro, puede prevenir muchísimos conflictos.
Ahora bien, la realidad es otra. La mayoría de las familias me contactan cuando ya están desbordadas. Por ejemplo, cuando el perro mordió a alguien, provocó una lesión o ya tienen una denuncia por ruidos o comportamiento peligroso.
Yo siempre recomiendo pedir ayuda al primer signo de incomodidad: si el perro ladra de forma descontrolada, si tira de la correa, si parece estresado ante ciertas situaciones. Ese momento de duda o confusión ya es un buen motivo para consultar. Cuanto antes se actúe, mejor es el pronóstico.
¿Cómo es el proceso de trabajo? ¿La familia tiene un rol activo?
La familia no solo tiene un rol activo, es protagonista. Yo trabajo con un modelo que busca formar tutores expertos en la reactividad de sus propios perros. No creo en los programas donde el profesional entrena al perro en soledad y luego se lo devuelve al tutor como si fuera un objeto reparado.
El objetivo es que el tutor entienda profundamente a su perro: que sepa leer sus señales, identificar los detonantes, trabajar con herramientas concretas. Cuando el tutor se transforma en un agente activo, el cambio es mucho más duradero y sólido.
Por eso no promovemos procesos que se hacen fuera del entorno familiar. No trabajamos con hospedajes ni paseadores que “corrigen” al perro. Preferimos que el cambio ocurra dentro de casa, con quienes conviven con el perro cada día.
¿Existen razas más propensas a la reactividad?
Sí y no. Es cierto que algunas razas, por su genética, pueden tener ciertas predisposiciones. Los perros de guardia, por ejemplo, o algunos terriers, tienen cerebros más veloces y son más reactivos al entorno. Pero reducirlo todo a la raza es un error.
La genética influye, claro, pero no es lo más determinante. Yo lo explico así: es un 60 % ambiente y un 40 % genética. Es decir, las experiencias del perro, su socialización, el manejo que se hace en el hogar y la calidad de vida que lleva pesan más que su raza.
Frases como “no es la raza, es la crianza” o “todo es genético” son simplificaciones peligrosas. En realidad, es una mezcla compleja. Por eso los educadores caninos trabajamos sobre el entorno y el vínculo: ahí es donde más impacto podemos generar.
¿Tenemos los humanos responsabilidad en las actitudes de nuestras mascotas? ¿Somos su reflejo?
Sí, absolutamente. Y no es una creencia, es un hecho comprobado por la ciencia. Hay estudios que demuestran correlaciones muy significativas entre el perfil emocional del tutor y el comportamiento del perro.
Por ejemplo, tutores con dificultades para regular sus emociones tienden a tener perros con conductas reactivas o agresivas. No es una relación causa-efecto directa, pero sí hay una influencia fuerte.
En mi experiencia, los perros absorben muchísimo de nuestro estado emocional. Si vivimos con estrés, ansiedad o desorganización, eso se transmite. Por eso digo que rehabilitar a un perro muchas veces implica también revisar nuestras propias emociones y modos de relación.
Un tutor informado y emocionalmente equilibrado puede ser la diferencia entre un perro desbordado y uno que logra regularse.
¿Cómo debemos actuar ante una situación reactiva?
Primero: salir de la situación. No quedarse ahí esperando que pase. Si tu perro reacciona con ladridos, tironeos o intenta morder, es porque ya está desbordado emocionalmente. En ese momento, lo más útil es tomar distancia y moverse a otro lugar.
Segundo: buscar ayuda. No basta con apagar el incendio; hay que entender por qué se encendió. Muchos tutores creen que si saben “resolver” una pelea ya está todo bien, pero no. Lo ideal es prevenir que esa pelea ocurra.
Y eso solo se logra con formación, con guía, con compromiso. Ya sea formándote como tutor experto, participando en sesiones con un educador o incluso investigando por tu cuenta. Pero no dejarlo pasar. Cuanto más se repiten las conductas reactivas, más se afianzan.
¿Un perro reactivo es un perro agresivo?
No, y esta es una confusión muy común. La reactividad es una respuesta emocional intensa y muchas veces desorganizada frente a un estímulo. La agresión, en cambio, es un acto intencional de hacer daño.
Hay perros reactivos que pueden morder, sí, pero muchas veces esas mordidas no buscan lastimar: son marcajes o señales de advertencia. Y también existe agresión pura, como la predatoria, que no tiene nada que ver con reactividad.
Entonces, no todo perro reactivo es agresivo, y no toda agresión es producto de la reactividad. Son fenómenos distintos y hay que abordarlos con herramientas diferentes.
¿En cuánto tiempo se logran ver resultados?
Depende del modelo de intervención. Hay profesionales que prometen resultados en una sola sesión y eso es engañoso. Un perro que viene con una carga emocional fuerte no puede “curarse” en 30 minutos.
En el otro extremo, hay procesos muy lentos que pueden tardar años.
Nosotros trabajamos con un modelo intermedio y sostenible: si el tutor se forma activamente, puede lograr entre un 85 % y un 95 % de mejora en cuatro meses. Lo tenemos medido, hacemos evaluaciones sistemáticas al cierre de cada ciclo.
Los resultados son reales, sólidos y duraderos. Pero requieren compromiso y participación. No hay atajos.
¿Cuáles son los casos más comunes y los más complejos que atendés?
El 90 % de mis consultas tienen que ver con reactividad. Perros que ladran a otros perros, que embisten, que pinzan a personas o bicicletas, que no toleran ciertos estímulos.
Lo más complejo han sido los casos en los que se recomendó la eutanasia por agresión severa. Perros que pasaron por varios profesionales y llegaron a mí como “última opción”.
Paradójicamente, con esos casos hemos tenido algunos de los mejores resultados. No porque haya una fórmula mágica, sino porque formamos al tutor en profundidad y trabajamos desde la raíz del problema.
¿Qué pasa si no se logra socializar a un perro a tiempo?
Cuando un perro no es socializado correctamente durante sus periodos sensibles, queda con déficits importantes. Eso puede predisponer a la reactividad más adelante.
Lo importante es no resignarse. Siempre hay algo que se puede hacer. Se pueden diseñar planes de exposición progresiva, enriquecimiento ambiental o resocialización.
Cuanto antes se aborde el problema, mejor. Un perro mal socializado no está condenado. Con acompañamiento adecuado, puede aprender a relacionarse de forma más equilibrada.
Para terminar, ¿podrías darnos algunos tips y contarnos cómo contactarte?
Claro. El primer tip es: no esperes a que el problema explote. Si ves señales de estrés, incomodidad o miedo en tu perro, buscá ayuda. No hace falta esperar a que muerda.
El segundo es una campaña que promovemos activamente: no delegues la rehabilitación en otras personas. Nadie va a cuidar y entender a tu perro mejor que vos. Formate, aprendé, hacete responsable del proceso.
Y para contactarme, pueden encontrarme en redes sociales como @elprofesorcanino o a través de mi página web, donde también pueden acceder a nuestros programas de formación para tutores.
¡Muchas gracias Gustavo!
Espero que les haya permitido incorporar más conocimientos sobre nuestra familia canina y ¡será hasta la próxima!
Desde hace 24 años se lleva a cabo un encuentro que tiene como eje al tradicional alimento, pero que además significa un gran orgullo para la comunidad. Hacen la torta frita más grande del mundo de cinco metros de diámetro y la comparten con los asistentes. A casi 2800 kilómetros de mi ciudad, El Calafate, […]…
En una investigación especial de El Grito del Sur, develamos la existencia de un centro clandestino de detención que funcionó durante la última dictadura en el pasaje Obrero Roberto Núñez, en el corazón de la Ciudad de Buenos Aires. Por Yair Cybel (El Grito del Sur).
Un pasaje en Almagro Hollywood
El pasaje es cortito, apenas una cuadra. Puede pasar desapercibido incluso para los vecinos del barrio. Durante varios años fue una de las calles más oscuras de la zona hasta que hace un tiempo, en una de sus esquinas, se instaló un cafecito de especialidad, de esos que ofrecen machiatto y roll de canela. La palermización es inevitable: bienvenidos a Almagro Hollywood.
En el cartel de una de las esquinas se consigna el nombre de pila. En la otra solo dice Obrero Núñez. La denominación llama la atención. En la ciudad de las avenidas Bullrich, Pueyrredón y Lugones, suena extraño el prefijo que subraya la condición de clase del tal Núñez. Huelga decirlo: es más fácil tener calle propia cuando se nace en cuna de oro.
El garaje no llama la atención. Es una puerta alta, una más, de galpón, de unos cinco metros de alto y pintada de color marrón. Enfrente, la escuela República de Jujuy, casi la única excusa por la que alguna gente transita la cortada.
En la década de 1970 era una cuadra parecida: empedrada, con pocos árboles y tal vez menos iluminada, pero apenas un callejón oscuro en el centro de la Ciudad de Buenos Aires. Que no llamaría la atención de ningún cronista. A no ser que en ese lugar hubiese funcionado un centro clandestino de detención.
Roberto Nuñez, obrero de prensa
El 12 de abril de 1951, Juan Domingo Perón expropió el diario oligárquico La Prensa. Una definición osada y de fondo en favor del sindicato de canillitas, que desde hacía meses sostenía una protesta exigiendo la participación en las ganancias de los avisos clasificados.
El periódico había sido fundado en 1869 por un tal José C. Paz (la C es por Clemente) y desde su origen adoptó la vocería de las clases dominantes del país. Consecuentemente, fue una ferviente tribuna de oposición al gobierno de Perón: se opuso al pago del aguinaldo y apoyó públicamente la llegada del embajador estadounidense Sprille Braden.
En enero de 1951, el sindicato de Vendedores de Diarios, Revistas y Afines elevó una solicitada donde exigía que el 20 por ciento de las ganancias de los avisos clasificados se destinaran a la obra social de los trabajadores. Días después, una patota sin identificación atacó a balazos la redacción de Azopardo y Chile asesinando a Roberto Núñez, un obrero gráfico y padre de familia de apenas 36 años que trabajaba en el área de expedición del diario y que desde 1960 le da su glorioso nombre al pasaje en cuestión.
Nadie investiga solo
La investigación -como toda actividad humana- es un laburo colectivo. Un oficio que requiere de paciencia, de constancia, de cierta obstinación. De recuperar relatos orales, leer comentarios entre líneas y descubrir indicios. De charlar con el portero y rebotar, con el carnicero y rebotar, y de finalmente encontrar una pista, un pequeño hilo del que tirar.
En la última dictadura cívico-militar en Argentina, funcionaron unos 800 centros clandestinos de detención a lo largo y ancho del país: apenas unas decenas fueron recuperados como espacios de Memoria y, del resto, solo un puñado más está señalizado. De centenares de ellos no tenemos casi información. Apenas un testimonio en un juicio, un comentario al pasar, el recuerdo de una conversación.
Uno piensa donde los pies pisan. Desde hace un tiempo, con El Grito del Sur empezamos a investigar estos espacios en nuestro territorio: la Ciudad de Buenos Aires. La redacción de nuestra cooperativa funcionaba (hasta su reciente desalojo) en el ex Centro Clandestino de Detención Virrey Cevallos. Ante la amenaza de su cierre, decidimos contraatacar y salir a recorrer los inmuebles que aún no están señalizados: la casona de Franklin en Caballito, la mansión de la calle Bacacay en Floresta o la maternidad del Hospital Naval, frente al Parque Centenario. De todos ellos hay testimonios, alguna voz, unas pocas notas periodísticas. De la casa de Obrero Roberto Núñez no había nada. Hasta ahora.
La casa de Obrero
Primero fue el testimonio oral de una militante de Derechos Humanos. Después, los aportes dispersos de un abogado dedicado a la temática. Más tarde nos escribieron un comentario en el Instagram, reforzando estas versiones. Luego, los vecinos del barrio, los comerciantes y hasta los ex alumnos de la escuela República de Jujuy -ubicada en este pasaje porteño y frente a la casa en cuestión- nos confirmaron la información. Y sumaron precisiones.
Pero necesitábamos algo más: una declaración oficial, un documento, un relato en boca de alguien que hubiera pasado por allí. Finalmente, tras una búsqueda colectiva, dos testimonios judiciales de ex servicios de Inteligencia terminaron de cerrar la historia.
En Obrero Roberto Nuñez al 4330, funcionó un centro de detención clandestino. Existen barcos, maternidades, hospitales, talleres mecánicos, mansiones y casonas que oficiaron como reclusorios ilegales. Pero el de Obrero Roberto Núñez es particular: consiste en la combinación de dos inmuebles, el galpón del mentado pasaje y la propiedad contigua que se encuentra en Palestina al 638.
La casa de Núñez fue el galpón de atrás de una sede del Batallón de Inteligencia 601, una suerte de espacio donde se hacía lo que no podría hacerse en público. Grupos de tareas que operaban de civil entraban por Palestina y salían por Núñez. Operativos a plena luz del día, una presencia silenciosa de los militares en la cuadra y los testimonios de quienes recuerdan algunos gritos.
“Almagro, lugar de idilio y de poesía”, cantaba Gardel. Nada más lejano.
El 601
En ese entonces, la calle Estado de Palestina se llamaba Rawson. A la vuelta de Obrero Núñez, en una casa colonial blanca, de ventanas altas y puertas de madera, funcionaba una Sede del Batallón de Inteligencia 601. Era un centro de operaciones, un bunker en el cual hacían base los comandos civiles-militares que -entre otras cosas- infiltraban organizaciones, secuestraban, torturaban y desaparecían personas.
De la puerta para afuera simulaba ser una vivienda más. De la puerta para adentro era la División Inteligencia del 601, que funcionó entre el 76 y el 78 a cargo de Luis Ángel Firpo. Según los testimonios judiciales de los propios militares, se encargaba únicamente de prestar custodia a PMI (Personas Muy Importantes, como se los conoce en la jerga): ex militares y militares en servicio con altas responsabilidades políticas. De Lanusse a Viola.Sin embargo, allí se realizaban pagos, se coordinaban operaciones y se prestaban servicios para la Contrainteligencia. En su interior operaban agentes encubiertos vestidos de civil que colaboraban en la lucha contra las organizaciones revolucionarias.
Según los testimonios recabados, en el comedor de la casa de Rawson había un armario grande que ocultaba una puerta que daba a un garaje, donde habría funcionado el centro de detención clandestino. Es el portón de Núñez. Los vecinos más viejos cuentan que durante los setenta, allí se veían movimientos extraños, entradas y salidas apresuradas. Los testimonios de ex alumnos del colegio señalan que las veces que las pelotas de fútbol se iban para el lado de la propiedad, los chicos eran amedrentados. Acá no hay nada que mirar.
Testimonios que hablan
«Había un lugar en la calle Rawson -hoy Palestina-, entre Corrientes y Sarmiento, en la que los vecinos veíamos situaciones que hacían pensar que era un lugar de detención», nos escribieron en nuestra cuenta de Instagram. «Tengo entendido que frente a la escuela Provincia de Jujuy, (donde fui de pequeña) había un portón de garaje que funcionó como centro clandestino… Las veces que pagamos pelotas ahí…. No sé si está señalizado. En la cortada Roberto Núñez». Los testimonios coinciden.
El Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) es una organización de inspiración cristiano-ecuménica que vela por los Derechos Humanos y la Justicia. Un militante del espacio (del cual formó parte, entre otros, el premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel), aportó otros testimonios sobre Obrero Núñez. De la misma manera lo hizo Alba Pereyra Lanzilloto, quien declaró que en la parte del frente funcionaba un comercio minorista de productos agropecuarios como fachada del centro clandestino.
Alejandro es el verdulero de la esquina de Obrero Núñez y Palestina. Su familia llegó acá en 1970 cuando se construyó el edificio que todavía habitan. Él nació en el año 1963 y recuerda que cuando era pibe, los oficiales que usaban el inmueble le avisaron que se venía un enfrentamiento entre las fuerzas, que bajaran las persianas y se tiraran al piso. Fue un día de terror, donde pensaron que la muerte podría golpear a la puerta. Finalmente, el tiroteo no se sucedió, aunque toda la jornada se registraron movimientos extraños, cuenta en diálogo con este cronista. Fuera de ese detalle, los militares siempre fueron muy corteses, destaca.
Se le suma a esto un quinto testimonio, esta vez del hijo de un detenido oriundo de Mar del Plata. Como tantos otros, había ido a la escuela República de Jujuy y contó que, al momento de subirse al techo del colegio, veían movimientos extraños en la casa de enfrente. Recordó que una vez los iluminaron desde el lugar y les pidieron que dejaran de mirar. De hecho, la Dirección Nacional del ex Programa Verdad y Justicia informó en 2020 que durante la dictadura hubo militares apostados en el techo de la escuela.
Obrero Núñez, dijo el teniente
Hasta ahí una serie de testimonios de vecinos, de militantes de Derechos Humanos, de investigadores. Pero el gran hallazgo reside aquí: el 3 de septiembre de 2020, en el marco del juicio Contraofensiva, declaró el ex personal Civil de Inteligencia Eduardo Donato Caporaso. El espía señaló que prestó servicio entre 1976 y 1980 en la División Seguridad del Batallón de Inteligencia 601 del Ejército, bajo el nombre Daniel Camaño. Y destacó haber cumplido tareas en una «casona» de la calle Rawson.Caporaso describió un inmueble con una o dos habitaciones grandes al frente, alguna oficina, pasillo, cocina y un patio. Y se encargó de señalar que el lugar se conectaba con otro inmueble, el de Obrero Núñez. Por si fuera poco, especificó que los espías se movilizaban en un Ford Falcon, siempre vestidos de civil.
“Los vehículos sólo eran para trasladarse al lugar donde tenían que ir a cubrir la seguridad. Iban dos personas. Uno manejaba (…) Los autos eran Ford Falcon. Había uno celestito y uno blanco. Y también había un Dodge 1500 de color verde”, reseña la cobertura del juicio que hizo la periodista Martina Noailles para otro medio popular, La Retaguardia.
El testimonio de Caporaso coincide con el del oficial de inteligencia José Ramón Pereiro, que en el marco de otra causa (de expediente N° 16307/06 de la Secretaría N° 8 del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 4, caratulado «Guerrieri Pascual Oscar y otros s/ Privación ilegal de la libertad personal») señaló que en el año 1980 fue trasladado a trabajar en la casona de Obrero Nuñez.
Por si hacían falta otras voces oficiales que confirmaran el uso del lugar, se suma una de jerarquía: en el mismo juicio Contraofensiva, el teniente coronel retirado Luis Ángel Firpo admitió que en esta casa había funcionado bajo su mando la División Seguridad del 601. Cartón lleno.
Eduardo Donato Caporaso en el juicio Contraofensiva. Fuente: La Retaguardia
Los 90s
Durante los años 90, esa casa de la calle Obrero Nuñez fue utilizada por la empresa Azúcar Méndez. Anteriormente, vivió allí una familia que alquilaba la propiedad.
Actualmente, en el galpón de obrero Núñez funciona la empresa ARTEC Ingeniería. Y en el inmueble de Palestina una «residencia para militares». Así lo confirmó un hombre de unos 40 años, pelo al ras y cigarrillo en mano, que salió del lugar a tomar un poco de aire.
Lo que falta por encontrar
La casa de Obrero Roberto Nuñez sigue sin señalizar e incluso sin notas periodísticas al respecto. Lo mismo sucede con centenares de inmuebles que funcionaron como centro clandestino, base operativa o aguantadero de los grupos parapoliciales que sembraron el terror en nuestro país y dejaron un saldo de 30 mil detenidos desaparecidos y cientos de bebés robados que aún desconocen su identidad.
Con más de ocho testimonios, todos de jerarquía y algunos de los propios responsables del lugar, podemos afirmar que aquí, en pleno barrio de Almagro, funcionó un centro clandestino de detención que respondía al Batallón de Inteligencia 601 y que permanecía totalmente invisibilizado. Hasta hoy.
Según informaron, todo surgió a raíz de la compra de títulos de deuda de Aconcagua Energía, una compañía con inversiones en Vaca Muerta que atraviesa graves problemas financieros. Según el diputado justicialista Carlos Cisneros, el banco terminó perdiendo dinero con esa operación, mientras que la firma Max Capital, donde el hijo de Tillard era socio, habría cobrado comisiones por su rol como intermediaria.
Daniel Tillard
Desde el Banco Nación minimizaron el impacto del negocio, calificándolo como una operación de bajo monto. Sin embargo, dentro del directorio persiste el malestar por la cercanía entre el colapso financiero de Aconcagua Energía y la compra de los bonos. La empresa terminó solicitando la reestructuración de su deuda en dólares, lo que agravó la situación.
Según informó Max Capital que su participación en la colocación de los bonos fue menor al 1,5% del total y que la comisión percibida fue de apenas USD 4.000, pagados por la empresa emisora y no por el Banco Nación. Además, aclararon que Ignacio Tillard dejó de ser director de la financiera en mayo de 2024, meses después de la polémica operación.
La Unión Europea (UE) analiza desesperadamente de dónde proveerse del combustible luego de que Rusia cortara el suministro por la guerra con Ucrania. Un informe de la agencia internacional de noticias Reuters publicado hace minutos, indica que el gas no convencional de Vaca Muerta, en la provincia del Neuquén, podría llegar a Europa a través […]…
La provincia de Neuquén presentará oficialmente su temporada de invierno este jueves en la ciudad de Buenos Aires, con una propuesta que combina paisajes imponentes, centros de esquí de primer nivel y beneficios para facilitar el turismo nacional.
La exposición contará con la presencia de autoridades nacionales, provinciales y representantes del sector turístico. Se destacará la oferta de actividades recreativas en destinos como San Martín de los Andes, Villa La Angostura, Villa Pehuenia, Caviahue-Copahue y el norte neuquino, todos enclavados en entornos naturales únicos, ideales para disfrutar del invierno en familia o con amigos. CABA y sus alrededores, como principal mercado emisor del país, son el objetivo central de esta promoción.
Sergio Schiaccitanno, presidente de Neuquentur, adelantó que la provincia busca consolidarse como el principal destino de nieve del país. En ese sentido, destacó la amplia variedad de servicios para todas las edades, además del entorno natural privilegiado que distingue a la región. También celebró el reciente convenio firmado entre Neuquentur, Aerolíneas Argentinas y el Banco Provincia de Neuquén (BPN), que permitirá comprar pasajes en tres cuotas sin interés con tarjetas del banco.
Este acuerdo brinda una ventaja tanto para residentes neuquinos como para turistas de otras provincias que deseen anticipar sus vacaciones o escapadas de invierno. Aerolíneas Argentinas confirmó más de 40 vuelos semanales a la capital neuquina y más de 25 al aeropuerto Aviador Carlos Campos, que sirve a San Martín y Junín de los Andes.
Comité de Integración de la Región de los Lagos
Además, los días 25 y 26 de junio se desarrollará en la ciudad de Neuquén el 39º Comité de Integración de la Región de los Lagos, un encuentro clave entre autoridades de Argentina y Chile para avanzar en temas de conectividad, turismo y comercio en zonas de frontera. La apertura estará a cargo del gobernador Rolando Figueroa, y se espera la participación de representantes de ambos países, incluyendo organismos de seguridad, migraciones, aduanas y desarrollo regional. Entre las novedades, Villa La Angostura propondrá fortalecer el turismo religioso junto a localidades chilenas, abriendo nuevas oportunidades de integración.
No resulta extraño que los medios de Buenos Aires confundan la ubicación de Bariloche como situado en Neuquén, pero ahora una cuenta de redes sociales especializada en turismo posteó un video de un hermoso paisaje de San Carlos de Bariloche con la descripción: “No es Noruega, no es Suiza, es la Patagonia” y dos iconos de las banderas de Chile, en primer lugar, y luego la de Argentina….
Dos niños neuquinos, en la misma habitación en el hospital Italiano, luchando por su vida protagonizaron un trasplante inédito en Latinoamérica.
Felipe tenía apenas un año, pero ya sabía lo que era pelear por su vida. Había pasado más de la mitad de sus días en una cama de hospital en Neuquén. Su corazón estaba fallando y cada latido era una cuenta regresiva. Su mamá, Pamela, lo miraba dormir aferrado a los cables y monitores, con una mezcla de ternura y angustia. No había mucho por hacer, más que esperar. Esperar por ese gesto de amor inmenso que es la donación. Esperar por alguien que dijera “sí”, incluso en el momento más doloroso de su vida.
Lo que Felipe no sabía —y quizás nunca sabrá del todo— es que su historia estaba entrelazada con la de otro pequeño, también de Neuquén: Luca. Tenía dos años y una sonrisa que había conquistado a todos los médicos del hospital. También venía luchando. Lo habían trasplantado del hígado y estaba en plena recuperación. Los días eran largos y difíciles, pero su familia tenía esperanzas.
Las dos familias, a 1200 kilómetros de Neuquén, abrazadas a la vida de sus hijos. Foto: gentileza Pamela Domínguez
Dos niños luchando por su vida, en la misma habitación
El destino, que a veces se presenta con formas inexplicables, quiso que estos dos niños compartieran habitación. En el hospital Italiano de Buenos Aires, Felipe y Luca convivieron entre juegos improvisados, canciones suaves para calmar las noches y el ir y venir de médicos, enfermeros y padres que empezaban a conocerse entre sí. Paula y Nicolás, los papás de Luca, se cruzaban con Pamela en los pasillos. Las charlas comenzaron tímidamente, pero pronto se convirtieron en compañía. Había una conexión invisible entre esas dos familias, que todavía no sabían que estaban a punto de quedar unidas para siempre.
Pero la salud de Luca empezó a deteriorarse. Un virus —el citomegalovirus— se alojó en sus pulmones y, pese a todos los intentos, los médicos no pudieron revertir el daño. Luca fue conectado a ECMO, una máquina que suplantaba el trabajo de sus pulmones y su corazón, pero el cuerpo ya no respondía.
Los padres de Luca, de la pérdida irreversible a la vida de Felipe. Foto: gentileza Pamela Domínguez
La decisión de donar los órganos
Cuando los médicos confirmaron el paro cardiorrespiratorio y explicaron que no había posibilidad de recuperación, Paula y Nicolás tomaron una decisión que sólo puede explicarse desde un amor inmenso: decidieron donar los órganos de su hijo. En medio de ese dolor insoportable, pensaron en otros niños. Pensaron en la vida que podía continuar a través de Luca.
“En ese momento tan difícil, lo único que nos sostuvo fue saber que algo de Luqui podía seguir viviendo”, recuerda Paula. Lo que no sabían era que ese «algo» sería su corazón… y que iría directo al pecho de Feli, ese bebé que había sido su compañero de cuarto, ese niño con quien compartieron canciones, abrazos y silencios.
Un trasplante inédito en Latinoamérica
Fue un trasplante inédito. El procedimiento se llama donación en asistolia, y hasta ese momento no se había realizado nunca en Latinoamérica. Supone que los órganos se extraen después de que el corazón deja de latir, pero en un tiempo crítico y bajo un protocolo riguroso. La Ley de Trasplantes argentina lo permite, y el Incucai lo llevó adelante con la autorización de los padres. Era un proceso burocrático, sí, pero por sobre todo era un acto de humanidad pura.
El corazón de Luca no viajó lejos. No cruzó provincias ni países. Se quedó en el mismo hospital, en la misma planta, en la misma habitación. Fue para Felipe.
Pamela lo supo enseguida, aunque la ley impide revelar oficialmente la identidad del donante. Pero lo supo. Lo sintió. Y lloró.
El corazón guerrero de Felipe
“Feli tiene el corazón de un guerrero. Ahora late fuerte, con una energía que parece multiplicada. Sabemos que Luqui está con nosotros en cada latido. Es una mezcla de emociones: felicidad por la vida que sigue, y dolor profundo por la vida que se fue”, cuenta.
Desde entonces, Felipe inició un camino de recuperación. No es fácil. Estuvo meses postrado, su cuerpito debe aprender a moverse otra vez. A caminar. A respirar sin asistencia. Pero hay una fuerza en él que lo empuja. Como si su corazón llevara dentro dos voluntades: la suya y la de Luca.
Paula y Nicolás, por su parte, decidieron hablar. Decidieron contar lo que pasó no solo como una historia de amor y despedida, sino como un mensaje. “Es muy importante hablar de donación pediátrica. Hay muchos papás que están esperando. Muchos chicos que pueden vivir gracias a otros. Hay que sacarse el miedo, y entender que donar también es amar”, afirma Paula, con la voz entrecortada pero firme.
Hoy, Felipe sonríe. Juega. Mira con esos ojos grandes como si entendiera todo. Y quizás lo haga. Tal vez, en lo profundo de su alma, sepa que su vida es posible gracias a otro niño. A un ángel llamado Luca.
El Rally Dakar 2024, una de las competencias automovilísticas más desafiantes y prestigiosas del mundo, pasará nuevamente por Hegra, Arabia Saudita. Esta carrera pone a prueba la habilidad y resistencia de los pilotos y sus equipos en el temible desierto, pero también arroja luz sobre la rica historia y belleza de esta maravilla de la humanidad. …