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¿QUÉ ES LA OCLOCRACIA?


La paz no se puede conseguir por la fuerza, solo se puede conseguir por la comprensión 

 

Albert Einstein

Jean Jaques Rousseau define a la oclocracia como la degeneración de la democracia. Si uno quisiera situar los cambios cíclicos en las formas de hacer política, la oclocracia o gobierno de la muchedumbre estaría en el último peldaño en la manera de organizarnos.

El eterno retorno, propio de la cultura griega y de la creación de la palabra democracia, nos conduce a analizar como la tiranía de la monarquía pasa a una aristocracia desaforada, y esta por decantación, a una oligarquía desmesurada, para acabar en la desnaturalización de los valores que representa a la oclocracia. Este movimiento cíclico se denomina anaciclosis y su creador es el mismo del termino oclocracia, o sea, Polibio.

La forma más cercana en donde el pueblo puede gobernar es la llamada democracia directa, la cual se da solamente en Suiza y, cuya característica principal es que: la soberanía se ejerce sin intermediación de órganos representativos. Dicho de otra manera, el pueblo decide a través de asambleas, por medio de plebiscitos, referéndum, avocación o revocación, o inclusive iniciativa popular.

Volviendo a Rousseau, la democracia se convierte en oclocracia cuando las voluntades generales ceden a las particulares. Los oclócratas han sido y siguen siendo los principales gobernantes del mundo, utilizando la demagogia para sostenerse en el poder, demagogia fortificada por la propaganda electoral (por lo general corrupta) y la manipulación psicológica. 

Si bien antes demarcamos la oposición democracia directa vs oclocracia, nos dirigimos a otra tensión que puede afectar a las precedentes, dicho de otra forma, la contraposición entre holocracia y burocracia. La holocracia parece estar más cerca de la democracia directa, en tanto que la burocracia se aproxima a la oclocracia. La holocracia es un sistema de organización que tiende hacia la horizontalidad de las decisiones, no así el sistema burocrático que es vertical y jerárquico. 

Es evidente que, más allá de que el sistema sea menos horizontal, o más vertical, o la inversa, las organizaciones del Estado, ya sean públicas o privadas, están constituidas por individuos. Y cada individuo es un nosotros que actúa, piensa, se equivoca, siente, crea, y decide...

La historia de la humanidad demuestra que, cuando un solo ser humano con su grupo gobierna, millones de personas están sujetadas a las decisiones de dicho gobierno. Y si ese mismo que está en el poder tiene intereses como un Hitler, Stalin, Mao, Mussolini, etc… La desastrosas consecuencias son evidentes. 

Que el pueblo gobierne como sucede en una democracia directa o en una holocracia, resta posibilidad a que una sola persona decida por la mayoría, y en consecuencia, se podrían fomentar la autonomía y responsabilidad de cada uno de los representantes, promoviendo la colaboración entre los miembros, respetando las diferencias y el diálogo continuo, aún cuando los conflictos o problemas no paren de aparecer. 

Replantear las estructuras de las organizaciones humanas nos permite descentrar y no darle lugar a que: los fanatismos, las centralizaciones del poder, las discriminaciones, los genocidios, los autoritarismos, los totalnacionalismos, las persecuciones, las xenofobias, la violencia de género o cualquier otro tipo de violencia, las teocracias, las oclocracias y burocracias continúen apareciendo y gestionando nuestras vidas. 

Imagen de portada: Collage de los principales tiranos oclócratas de la historia.

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