DOS OPCIONES, MUCHOS INCIERTOS

Mañana lunes el Concejo Deliberante (CD) definirá que hace con la renuncia del intendente suspendido Daniel Fioretti. La acepta o da continuidad al juicio político. El pasado viernes se conoció la dimisión en la mismísima sesión del CD, lo más llamativo es que al parecer el asado aún no estaba cocinado, es decir, los negociados entre nuestros representantes no están definidos, aunque antes del inicio del proceso de destitución ya se estaban negociando los candidatos.

No tuvieron otra opción que estirar un poco más la agonía de quien quiere la eutanasia, como si aceptar una renuncia de quien no se quiere que prosiga en su función fuese un conflicto y no una solución inmediata, como un regalo caído del cielo. En definitiva, aceptar su renuncia es determinar que el pueblo vuelva a expresarse en las urnas. Y en la inmediatez, es un trastorno inoportuno para muchos.

La renuncia de Daniel Fioretti no peca de inocencia, si el proceso de destitución sigue su curso legal algunos suponen que  puede caer el tiempo de llamar a elecciones y así perdurar, el gobierno interino, en el mandato hasta 2019. Que inconveniente elegir nuevos representantes, es que de este modo, corren riesgo los actuales de quedarse sin laburo. Lo realmente paradójico es que todos los actores políticos son cómplices, hasta el absurdo Fioretti es factor directo en todo esto.

El peronismo tiene la carta marcada y es posible que decida continuar con el juicio político, ya que es un apuro tener que definir candidatos a la brevedad. Hay demasiadas posturas dentro del partido y la fragmentación interna no los beneficia ni les permite dar una opción clara al ciudadano. Es que hoy en día en el cuartel, no hay un general. Y para el que está acostumbrado a acatar, es de suma complejidad decidir.

El radicalismo trabaja sobre todos sus gestos políticos para ser parte de cambiemos, durante el simposio fioretista adoptó una posición moralista, democrática y victimaria, que le permite de manera desapercibida, como quien no quiere la cosa, posicionarse donde se siente más cómodo, en esa dualidad oficialista de la post-verdad que tanto les gusta jugar a los aficionados durambarbistas.

Atravesando diametralmente la decisión que deberá tomar el CD este lunes, es osado creer que nuestros representantes piensen más allá de sus bolsillos y logren generar empatía con el ciudadano a pie, con el votante. Aunque quizás estemos divagando en una hipotética profundidad política inexistente que demanda  de grandes liderazgos y, en perspectiva real, la dirigencia local expresa una acefalia política reinante donde en Villa Regina no existen operadores políticos con tanta lucidez.

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